En esta primera divulgación de resultados presento una visión panorámica (general) de la situación en cuanto al empleo en España de las enfermeras encuestadas. Aquí está representada gráficamente (pinchar para ampliar):
Por otro lado, la encuesta no se planteó como objetivo (ojalá hubiera sido posible) realizar esta fotografía, sino conocer las características básicas de cada uno de los tres grandes colectivos que conforman laboralmente la profesión: fijos, precarios (en sus diversas graduaciones de precariedad) y desempleados.
Por ello, en principio, no debe tomarse esta distribución como una representación fiel de la realidad, especialmente por lo que se refiere a la situación de desempleo: un 18% (más un 2% adicional de subempleados) parece claramente exagerado.
Aunque, de hecho, ni siquiera sabemos cuántas enfermeras hay trabajando o intentando trabajar en nuestro país, es decir, cuál es el universo estadístico sobre el que muestreamos. Vamos a aprovechar la entrada para tratar de realizar algunos cálculos, aprovechando dos datos que nos proporciona la encuesta y que sí pueden considerarse válidos (y valiosos): el porcentaje de enfermeras que no están colegiadas y el de enfermeras desempleadas que no están inscritas como demandantes de empleo (base de cálculo del paro registrado). De esta manera podrá observarse mejor la utilidad de una encuesta que, si no sirve como representación fiel del universo poblacional (las enfermeras que trabajan o están buscando empleo en España), sí ayuda a refinar unos cálculos -incluidos los propios- que siempre han sido bastante burdos y hoy pueden serlo un poco menos.
- Se supone (eso dice la Estadística de Profesionales Sanitarios Colegiados del INE) que hay unas 245.000 enfermeras no jubiladas colegiadas, pero el 14% de las enfermeras encuestadas reconocen no estar colegiadas (un hecho que se produce mayoritariamente, aunque no solo, entre la población sin empleo), por lo que habría que añadir al dato anterior en torno a 34.000 enfermeras no colegiadas, lo cual nos daría un stock aproximado de 275.000 enfermeras potencialmente activas. Algo que es sencillamente irreal.
- Según el último Informe Anual del Sistema Nacional de Salud (correspondiente a 2012), en el SNS trabajan 166.000 enfermeras (un dato que hay que tomar con suma prevención, pero ese tema no toca hoy). Por otro lado, el Sistema de Información de Asistencia Especializada del Ministerio de Sanidad cuantifica en 22.000 las que trabajan en hospitales privados, con lo cual tenemos de momento unas 188.000 enfermeras censadas. Habría también que contabilizar las enfermeras de consultorios privados, salud laboral y mutualidades, educación, servicios sociales, prisiones, inspección, docencia, gestión no asistencial, etc., que en ningún caso superarían los 15.000 efectivos, con lo cual llegaríamos a 203.000.
- Y naturalmente habría que incluir el número de enfermeras desempleadas y subempleadas, cuya cifra oscila bastante debido a la alta estacionalidad del empleo no fijo en la sanidad. En mayo de 2014 (mes en el cual se realizó nuestra encuesta) el dato de paro registrado que proporciona el Servicio Público de Empleo Estatal se situaba en 13.000 enfermeras. En nuestra encuesta solo el 76% de las enfermeras desempleadas y subempleadas declaran estar de alta como demandantes en las oficinas públicas de empleo autonómicas (el antiguo INEM), lo cual significa que una de cada cuatro enfermeras sin trabajo no consta en los registros oficiales, lo que elevaría el número probable de enfermeras desempleadas hasta 16.000.
- Con todo lo anterior, tendríamos un total de 219.000 enfermeras, de manera que nos siguen faltando en nuestra contabilización más de 55.000... lo cual indica claramente que los registros colegiales están artificialmente inflados, probablemente porque no se contabilice un porcentaje significativo de los pases a la inactividad de colegiados (jubilaciones, excedencias, incapacidades permanentes, fallecimientos...) que anualmente se producen, error que se va acumulando y aumentando año tras año.
La encuesta nos dice que un 18% de las enfermeras se encontraba en situación de desempleo la semana del 5 al 11 de mayo. Extrapolado este porcentaje a las 215.000 enfermeras que constituyen nuestro universo estadístico más probable, tendríamos -aun forzando el margen de error en su sentido más positivo- unas 38.000 enfermeras sin trabajo; la realidad, como vimos antes, nos dice que no serían más de 16.000, es decir mucho menos de la mitad. Por eso, reitero ya al final de este post como lo hice al principio, no se debería empezar a utilizar ese 18% o 20% que se deduce de los datos de encuesta como la tasa nacional de desempleo enfermero, porque no se ajustaría a la realidad; pero sí podemos saber, gracias a la encuesta, que cuando los servicios de empleo nos proporcionen el dato mensual de paro registrado entre las enfermeras habremos de utilizar un factor de corrección x1,24; así, los 12.578 de mayo (último mes disponible, aunque los resultados de junio deberían estarlo desde hace al menos 10 días) se convierten en 15.597 (en puridad deberíamos decir, dado que arrastramos un margen de error de ± 4,9% para este segmento poblacional, entre 14.833 y 16.361). Y ello nos daría una tasa de desempleo enfermero de entre un 6,9% y un 7,6%.
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