lunes, 16 de enero de 2017

El sindicalista cuántico



Igual que el gato de Schrödinger, que está al tiempo vivo y muerto en el experimento especulativo de Erwin Schrödinger, los liberados sindicales de SATSE están al tiempo colegiados y descolegiados. Cosas de lo cuántico…

(Me entero a través de los comentarios, un día después de la publicación de esta entrada, que el gato de Schrödinger ya fue utilizado por un querido y admirado amigo, Xose M. Meijome, en un agudo comentario tuiteado durante la celebración de la Asamblea a la que se refiere este post. Me encanta que a los dos se nos haya ocurrido esta metáfora cuántica).

Habrán podido conocer por los medios de comunicación y las redes sociales que decenas de liberados sindicales de SATSE, en lugar de dedicarse a lo que deberían, sea esto lo que sea, han decidido dedicarse a la alta política. Y a pesar de su tradicional insumisión colegial, mireusté, ahora han decidido colegiarse. Eso sí todos ellos, en comandita, en el mismo Colegio, el de Madrid (CODEM).

Después, cambiando la insumisión colegial por la sumisión sindical muchos de ellos han ido como corderitos a la Asamblea General de CODEM a aprobar las cuentas 2015, los presupuestos 2017 y de paso una modificación (presuntamente ilegal de la cruz a la fecha) de los estatutos del colegio, que sustituye las asambleas generales anuales por una reunión de compromisarios y convierte al Colegio en una suerte de caja de ahorros, partido político o club de fúmbol y a sus asambleas en algo así como una junta de accionistas con voto delegado.

¿Me explico más claramente? El CODEM, para garantizar que podría aprobar todo esto frente a la enfermería madrileña de base, ha afiliado en los últimos meses a (al menos, según informa la Asociación Madrileña de Enfermería) 170 liberados sindicales de SATSE que aprobaron con sus votos manchegos, navarros, murcianos, castellanos, riojanos, vascos, etc. los asuntos que únicamente incumbían a las enfermeras madrileñas: esas que, mientras estos sindicalistas se dedican a la alta política, le atienden y cuidan a usted en los centros y servicios sanitarios de la Comunidad de Madrid.

A la asamblea acudió también la crème de la crème corporativa, incluidos el presidente y el vicepresidente segundo del Consejo General de Enfermería, quienes, ¡hay que ver qué poco cuánticos!, en vez de estar al tiempo muertos y vivos, como el gato de Schrödinger, están al tiempo vivitos y coleando en dos colegios de enfermería, Córdoba y Madrid. O sea, predicando en vena con el ejemplo sobre praxis colegial ética y códigos deontológicos.

Como por la boca muere el necio, algunos neocolegiados reconocen los hechos y justifican su colegiación por una mentira y una verdad:


Pues bien: sostiene el tal Blaya que "al no ejercer la profesión -está liberado como secretario general de Satse- no tiene en realidad obligación de ser miembro de ningún Colegio, ni de estar afiliado al de un territorio determinado".

Y aquí es donde entra en escena el gato de Schrödinger, que aunque es felino conoce bien la legalidad y la jurisprudencia. Empezando por la legalidad, el artículo 7.1 de la vigente ley 2/1974 (texto consolidado) sobre colegios profesionales establece taxativamente que...




Por su parte, la jurisprudencia del Tribunal Supremo, precisamente a raíz de una sentencia en casación que anuló la elección como presidente del Consejo General de Enfermería de Il Professore Dottore en 2006, es algo más precisa. Dice la sentencia de 3 de noviembre de 2010:



De hecho la sentencia firme del Tribunal Supremo se refiere a ejercer la docencia; es más, en una facultad de Enfermería. Pero sentencia que esta dedicación docente no es, como exige la Ley sobre colegios profesionales, "encontrarse en ejercicio de la profesión que se trate".

No digamos, pues, del ejercicio como liberado-burócrata sindical, infinitamente más alejado aún del desempeño como profesión de la enfermería que la docencia.

Por tanto, si como sostienen el Tribunal Supremo (aplicando la ley) y el tal Blaya (desde su privilegiada experiencia personal) los liberados sindicales no ejercen la profesión, ¿podría alguien explicarnos por qué hay un buen puñado de liberados sindicales (que por tanto no ejercen la profesión) como miembros de la junta de gobierno del CODEM, situación para la cual, como ordena la ley y los propios estatutos del CODEM, hay que estar en ejercicio de la profesión?

Como el gato de Schrödinger, estos sindicalistas cuánticos están al tiempo no ejerciendo (para colegiarse solo cuando y donde quieran) y ejerciendo (para poder ser elegidos como cargos colegiales).

De no existir la connivencia que existe (ahora) entre el Consejo General de Enfermería y el CODEM, la sucesión de acontecimientos debería haber sido la siguiente: a) apertura de expediente informativo, de oficio o a instancia de parte; b) resolución anulando el nombramiento de una junta de gobierno conformada por colegiados que no cumplen los requisitos legales y estatutarios para tomar posesión de sus cargos; c) nombramiento de una Junta de Edad que convocara un nuevo proceso electoral, al que únicamente podrían ser admitidos como candidatos quienes realmente estuvieran en disposición de cumplir los requisitos, dejando fuera por tanto a los colegiados de Schrödinger.

Para finalizar, una pregunta retórica: ¿Se imaginan ustedes qué hubiera pasado si esta situación se hubiera producido, por ejemplo, en el colegio de Murcia o en el de Baleares?

Yo sí. Es que tengo una imaginación desbordante...




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