He pasado los seis últimos meses estudiando las razones de fondo de la desagradable guerra entre farmacéuticos (boticarios) y enfermeras, con intervenciones más esporádicas, pero no siempre más templadas, de los médicos. Espoleado por un encargo profesional puntual que me dio algunas pistas, he profundizado y tras este tiempo he generado un documento-libro titulado como esta entrada: "Atención Farmacéutica: mitos y realidades". Interesante asunto, la verdad, para un sociólogo que ha dedicado sus últimos 15 años a estudiar las profesiones sanitarias.
Se trata de un libro de 91 páginas, con 99 notas a pie que incluyen el enlace a 43 documentos (26 nacionales y 17 internacionales) y las 35 citas bibliográficas que se han considerado más relevantes y actualizadas (así como reseñas de prensa, noticias y comentarios). En él, tratamos de situar el debate en unas coordenadas técnicas, sociológicas, jurídicas y políticas, tanto a nivel internacional como nacional, útiles para generar un debate que no sea dirigido por los lobbies, sea a golpe de talonario o de titular, sino desde la racionalidad política y el análisis objetivo y documentado de los principales problemas de nuestro Sistema Nacional de Salud.
La denominada 'Atención Farmacéutica' (Pharmaceutical Care) es un movimiento internacional dirigido –perdón por la simplificación; en el documento se desarrolla extensivamente– a la integración de las farmacias comunitarias (nuestras oficinas de farmacia o boticas) en los servicios de salud, lo cual requiere siempre redistribuciones presupuestarias y, a veces, competenciales; un movimiento que en España está siendo especialmente conflictivo, más que en la mayoría de los países donde goza de cierto nivel de desarrollo. Porque, a diferencia de muchos de estos otros países, en lugar de desarrollarse de manera ordenada, regulada y –aceptablemente– consensuada, en España se está realizando de manera fragmentada, a base de iniciativas locales (comunidades autónomas, ayuntamientos...) puntuales que en muchas ocasiones no encuentran refugio en la legislación y en la mayoría mueren como titulares en la prensa sectorial o local. Otras, son anuladas por los tribunales. Y unas pocas, sin embargo, llegan a plasmarse como iniciativas de alto interés para el control y mejora de la prestación farmacéutica.
Se está hurtando el debate sobre algo que podría ser muy útil para el Sistema Nacional de Salud siempre que se definieran acertadamente el rol y competencias de cada agente profesional y que las propuestas se basaran en evidencias reales y contrastadas. Ha habido medidas, además, que no han ayudado mucho, como el documento sobre coordinacción médico-farmacéutico en la atención al paciente crónico, firmado por la sociedad de farmacia comunitaria y las tres sociedades de médicos de atención primaria, ninguneando a un agente esencial en la atención a la cronicidad, las enfermeras.
En la realización del informe, he contado con soporte de médicos, farmacéuticos y enfermeras de confianza, a quienes agradezo sus aportaciones (telefónicas o por correo-e y de contraste, en su mayoría).
Sin embargo, como creo que el debate es importante, hemos decidido dar acceso libre al Resumen Ejecutivo (y tabla de contenidos), que se puede descargar siguiendo este enlace.
El informe completo será publicado en unos días, en cuanto el editor resuelva algunos asuntos sobre copyright y comercialización segura.
Si quiere información sobre el acceso al informe, puede enviar un correo-e a:
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