Me mandaron una carta...

 

...por el correo temprano...

(Sábado, pronto por la mañana, llaman al telefonillo mientras desayuno. Es una mensajería que me entrega una carta con remite del Consejo General de Enfermería. ¿Qué hago? ¿La recibo o la rechazo? La recibo, prefiero saber lo que se prepara. En el sobre, con nota de puño y letra  –supongo–  del ínclito Francisco Corpas, director de los servicios jurídicos del citado Consejo, se dan indicaciones precisas para no demorar la entrega. ¿Pero a qué tantas prisas si el lunes me llega la misma cartita por burofax, que sí es un medio de prueba legal de su recepción? Está claro: mandar al mensajero un sábado por la mañana temprano solo pretendía (intentar) amargarme el fin de semana, castigando de paso por mis pecados a mi familia y ejerciendo una violencia moral intimidatoria indecente sobre terceras personas en mi domicilio particular, teóricamente tan inviolable como el del Sr. Corpas. Quien hace este tipo de cosas, y más pretendiendo que se trata de una actuación profesional, se ha perdido por completo el respeto a sí mismo).

...en esa carta me dicen... 

...que "cuentan" con "testigos dipuestos a prestar declaración" de cosas que nunca escribí en ningún medio y jamás dije ante ningún auditorio. Afirmar, por tanto, que se trata de una "campaña" (conjunto de actos o esfuerzos de índole diversa que se aplican a conseguir un fin determinado) solo alcanzo a explicarlo por la ingesta inmoderada de bebidas alcohólicas de alta graduación u otras sustancias estupefacientes, una conducta que sería claramente impropia de personas tan distinguidas y principales.

La carta que me mandaron

me pide contestación... 

...que explique y detalle a qué entramado y a qué concretos paraísos fiscales me refiero. Como no me he referido a nada de eso, mejor que lo expliquen ellos: a fin de cuentas serían sus Sicav, sus entramados financieros y sus paraísos fiscales, no los de este pobre mortal al que interpelan.

Y que me retracte. Ignoro de qué exactamente pero más urgente e importante sería que se retractaran ellos de esta manera indecente de defender  –esto sí queda meridianamente claro en la cartita–  "los intereses de esta Corporación y de sus órganos de gobierno". Estaría bien que detallaran, en este corrupto contexto que vivimos en el país, a qué intereses concretos se refieren. Por mi parte, ignoro de qué tengo qué retractarme, por lo que: a) es metafísicamente imposible que lo haga; b) por tanto, sólo buscan humillación y/o silencio. Pues lo tienen claro... que les vayan dando.

Pero sobre todo me amenazan. Primero, con acciones penales; es decir, con nuevas acciones penales: la mayoría de mis lectores saben que ya tengo una querella interpuesta por estos señores, por la que tuve que prestar declaración ante el magistrado hace un par de meses y que sigue su curso.

Pero también me amenazan con acciones "de toda índole": ¿qué significará, en este atemorizante contexto, "de toda índole"? ¿O qué querrán que piense yo cuando leo "acciones de toda índole"? Por si acaso es lo que pienso, hago públicamente responsables al Sr. Corpas y a quienes más puedan estar detrás de esta intolerable coacción de cualquier actuación "de toda índole" realizada contra mí o mi familia en nuestras personas, bienes o intereses.

Con respecto a la cartita, como no tengo muchas otras formas de defender mi integridad y como de no hacerlo estarían consiguiendo lo que pretenden...

...yo pido que se propague

por toda la población...

...que el león es un sanguinario

en toda generación.

Aunque yo solo sea un ciudadano de a pie, sin partido, lobby o sindicato detrás, si creen que me van a intimidar... pues sí, un poco... tienen razón. Ahora, si piensan que con estas coacciones me van a imponer lo que puedo o no pensar, decir o escribir, que sepan que han pinchado en hueso. Porque ya sabemos que, como elocuentemente dice la canción...

De esta manera pomposa
quieren conservar su asiento
los de abanico y de frac
sin tener merecimiento:
van y vienen de la iglesia
y olvidan los mandamientos,
sí.

("La carta" fue escrita por Violeta Parra contra el autoritarismo y las dictaduras disfrazadas de democracia en los años 60 del pasado siglo. Ahora, gracias a que desgraciadamente sigue vigente esta concepción elitista y moralmente violenta de la vida política, vuelve a tomar vigencia. Les dejo con ella)