jueves, 5 de septiembre de 2013

Crónica del desencanto (o sin ti no hay nada)

Una de las recompensas literalmente más impagables que tiene escribir un blog es que de vez en cuando te escribe gente a la que no conoces personalmente y que lo que quiere, en realidad, no es publicar su opinión, sino simplemente hablar contigo y hacerte un regalo (a ti y a tus lectores). Eso es lo que ha hecho un amigo anónimo (no para mí, solo para el lector, a petición expresa suya) que nos ha querido contar muy en primera persona su experiencia dentro de los colegios profesionales, en este caso de enfermería.
Me limito a transcribir lo que me cuenta en un correo electrónico, eliminando solo los rastros de identidad, dejando para otro día sus comentarios subsiguientes, que es un material mucho menos autobiográfico (descriptivo) pero mucho más vivencial (explicativo). Los subrayados son míos.

Este es su texto:

He sido hasta hace muy poco y durante cuatro años, Secretario del Colegio Oficial de Enfermería de mi provincia. Lo fui porque presentamos una candidatura alternativa y ganamos a la otra candidatura, que eran los de siempre, con una actitud despótica que no he conocido porque no viví la dictadura, hasta el punto de que el Presidente anterior fue denunciado a la Consejería de Administraciones Públicas, al Defensor del Pueblo y al Consejo autonómicos y también al Consejo General de Enfermería. El hombre tenía ya 82 años, no hacía nada en el Colegio ni daba explicaciones de los presupuestos colegiales y ahí seguía desde 1960... (no comments). Y naturalmente no pasó nada, ninguna denuncia prosperó. Esto nos hizo rebelarnos contra el poder impuesto y a la obligatoria convocatoria de elecciones nos presentamos y ganamos (si bien tan solo votó el 30% de los colegiados, aunque con más de un 50% de votos por correo la victoria tuvo su mérito), lo que nos dio la potestad para formar la Junta de Gobierno del Colegio, conforme a los Estatutos del Colegio.
Durante los cuatro años en los que he sido Secretario, hemos hecho evolucionar bastante el Colegio (qué voy a decir yo), con límites pero intentando ser lo más transparentes posibles hacia los colegiados, dando algunos servicios que había que dar y no se daban y refractando parte de lo percibido en las cuotas a los colegiados, a todo esto sin ninguna participación en el mismo por parte de los que forman el Colegio, es decir sus colegiados; para que te hagas una idea, en las cuatro asambleas generales que hemos convocado –una por año– no ha ido nadie y eso que es un Colegio con un presupuesto de casi 300.000 euros; si bien es cierto que toda la información que hemos tenido en el Colegio la hemos difundido a los colegiados por e-mail, lo que tal vez haga menos dudosa nuestra acción (aunque no tiene porqué) o tal vez un medio más eficaz de comunicación.
Desde 2011 hemos realizado la memoria anual de actividades/servicios y también la memoria económica, si bien, aunque se presentaron siempre en Asamblea General –siempre sin nadie– no se difundió a los colegiados por miedo a las críticas (incumpliendo por tanto alguna norma, pero hasta que no sea obligatorio o medie denuncia para obligar a hacerlo ahí se queda guardada en el Colegio). Hasta aquí todo fue un “hacemos lo que podemos”.
No me ha gustado nunca la falta de transparencia, no me ha parecido nunca suficiente la participación de los colegiados en el Colegio, siempre me ha parecido una extensión de servicios del Consejo General pagados por los colegiados de los Colegios provinciales, o peor aún: un entramado de cobro-pago de cuotas colegiales más que de servicio al colegiado (a la profesión), hasta el punto de cobrarle a la gente en situación de desempleo (sí o sí), de no reducir las cuotas colegiales para no perder presupuesto a pesar de la reducción de salarios y nóminas que han sufrido los enfermeros/as en nuestra provincia; y me culpo por no haber podido cambiar esta cultura interna en el Colegio al que pertenezco (que quiero pensar que no signifique tirar la toalla).
Sin querer, se sigue actuando de manera caciquil, prepotente, oscura, de provecho o impositiva, por el “yo soy” y “aquí estoy porque yo lo valgo”; sin darse cuenta que se está porque otros quieren que estés, y la razón de que otros quieran que estés va desde los que quieren que lo gestiones tú por la valía demostrada a los que simplemente pasan del asunto y dicen que lo gestione el que sea, y así siempre con la misma cadena de favores.
Como te he dicho, Juan, desde hace unos meses ya no soy Secretario; se han convocado nuevas elecciones tras agotar la legislatura y he preferido dejar de somatizar el no estar de acuerdo con lo que te he comentado antes (el Colegio es de los colegiados, no de las Juntas de Gobierno); no he sido capaz de hacer entender esto a la mayoría de mis compañeros (ni a los de mi provincia, ni a ningún otro de las que forman el Consejo Autonómico), por lo que decidí no formar parte para la próxima legislatura y emprender nuevos proyectos... fuera de la gestión del Colegio. Una decisión que sigo meditando (sin retorno por supuesto, pero que surge de manera espontánea por la ilusión con la que participé).
Organizamos durante dos años una Jornada Autonómica de Enfermería para todos los colegiados de la Comunidad, en dos provincias diferentes; editamos el número "cero" de la Revista colegial para fomentar la difusión de los trabajos de investigación que hacen los enfermeros en nuestra región. Estaba muy implicado en estos proyectos y con las funciones que realizaba como Secretario, aunque supongo que la decisión de no formar parte de algo en lo que no crees es inversamente proporcional al grado de importancia que le damos a las decisiones en nuestra vida personal. Creo que es necesario que gente que piensa como tú, pueda hablar libremente de lo que comunicas y que cada uno pueda decidir dónde se encuentra, dónde está o dónde se ubica, el poder decidir y optar en un sentido o en otro, es lo que nos hace libres.

(Continuará...)


4 comentarios:

  1. ¿Habéis probado a poner carteles en los centros sanitarios anunciando la asamblea, cartas postales, cuñas en la radio? ¿Que tal poner una fecha "normal" y no en plenas Navidades como hacen algunos colegios?

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    1. Hola, Siento mucho tu experiencia pero me niego a aceptar que no haya otra forma de hacer Colegio. Yo no hubiera durado ni un año en una Junta que no quiere publicar su Memoria. De qué tienen miedo.

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  2. Los Colegios Profesionales son un instrumento de poder que, bien usado, sirve a la profesión y al ciudadano. Depende de los electores que al frente haya personas decentes o sinvergüenzas.
    Trabajar para un Colegio profesional es duro y los que nos lo tomamos en serio y queremos hacer las cosas bien, nos gusta saber que se reconoce.
    A veces aún nos llega algún comentario de algún colegiado "lo que pagamos para esa mierda de revistita".. Qué revistita, digo yo, si nosotros no enviamos ninguna revistita? Y se refieren a la del Consejo.

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  3. Silvia Del Rio Sesmero7 de octubre de 2013, 15:16

    Los colegios profesionales, al menos el de enfermería, con el caciquismo y la oscuridad en la que se mueve todo, es un estamento caduco, sin ningún tipo de utilidad ni para la sociedad ni para los profesionales. Sólo son útiles para ellos mismos...Y la gente no hace nada, claro, ¿para qué vamos a protestar?.
    Me parece muy bien lo de usar el correo electrónico y otras herramientas de internet ( que no sea el solitario del windows, por favor :P). Quizás si se usaran las "nuevas" (que ya no lo son) tecnologías podríamos prescindir de muchas sedes provinciales que cuestan un dineral y así dejarían de chupar del bote un par de cientos..

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