jueves, 16 de marzo de 2017

Un poco de gasolina

El tema es tan increíble (para quienes desconozcan la existencia de este grupo de corte mafioso) como sencillo (para quienes sí lo conocemos): un grupo de enfermeras-perroflautas-izquierdosas, harto de la impune autocracia del Consejo General de Enfermería (CGE) y de su espurio presidente, Máximo Il Professore Dottore González Jurado, irrumpen en el 2.0 por tierra (twitter), mar (facebook), aire (blog) y éter (youtube). Lo hacen bajo el mismo nombre que luego denominaría a su asociación, reglamentariamente inscrita en el registro de Asociaciones del Ministerio del Interior: "Asociación Nueva Enfermería (por una Organización Colegial de Enfermería transparente)". En adelante, ANE.

Esto sucede un 23 de junio de 2015.

Seis días después, el 29 de junio, el CGE presenta ante la Oficina Europea de Patentes y Marcas (EUIPO) la solicitud de registro de la marca "en Nueva Enfermería". ¿Qué pretende con esto? Lo que sucedería un año largo después.

Porque el 20 de septiembre de 2016 el Juzgado de lo Mercantil nº 2 de Alicante admite a trámite una demanda de juicio ordinario sobre infracción de marca, presentada por el representante del CGE contra ANE e, individualmente, contra todos y cada uno de los miembros de su Junta Directiva. El motivo es la utilización del término "Nueva Enfermería" que constaría, ya en esos momentos, registrado a favor del demandante en la citada EUIPO.

Se pide al Juzgado:
  • Que obligue a ANE a cesar en el uso de la marca.
  • Que ANE indemnice al CGE, por "daños y perjuicios", con el "simbólico" importe de 300 euros.
  • Que, de no cesar en el uso de la marca, se imponga a ANE una multa de 600 euros por cada día que persistan en su actitud perroflautera-izquierdosa-usurpadora.
  • Y que publiquen a su costa la sentencia en El País, El Mundo, Diario Enfermero y Diario Médico.
  • Ah, claro, y al pago de las costas judiciales.

Se trata de un proceder de tintes mafiosos que retuerce las normas en claro fraude de ley, es decir, para obtener resultados distintos de los perseguidos por el legislador. Y que está dirigido a quitar a ANE su misma identidad, obligando a escoger otro nombre, modificar sus estatutos y el registro de la asociación, cambiar su denominación en todos los medios de comunicación y redes sociales que utiliza; en fin, aniquilar a un enemigo que solo tiene un arma de guerra: el derecho fundamental (moral y constitucional) a la libertad de expresión.


Este ataque lo realizan con dinero público (aportado forzosamente por los colegiados españoles) que el CGE libérrimamente emplea en estos tejemanejes sin una pizca de eso que en algunos sitios se denomina "ética de lo público".

Como a veces los dioses se conjuran y algunos jueces son inmunes a la presión de los poderosos, el CGE se acaba de llevar, no solo un revés judicial, sino un zasca (a mí me gusta más "una hostia", pero luego me riñen por basto si lo pongo) en toda la cara (y en toda la marca).

La Sentencia de 2 de marzo de 2017 del Juzgado de lo Mercantil nº 2 de Alicante, no solo afea al CGE que, tratándose de una corporación de derecho público, acuda ventajistamente a la jurisdicción mercantil, como si fuera un "operador económico", en el sentido que define a estos la ley de competencia desleal de 1991. También le afea que realice su demanda sin acreditar ni un solo uso de la marca, excepto el de su registro.Y por ello, admite abiertamente que efectivamente se ha cometido por parte del CGE un verdadero fraude de ley: el demandante "ha empleado un medio lícito para obtener una finalidad ilícita, la represión de la disidencia en la competencia por el poder del propio Consejo y del derecho fundamental a la libre expresión".

También le recrimina que esté "intentando emplear los superiores medios económicos que se le presumen para entorpecer ilícitamente el camino de quienes se presentan como una alternativa a las políticas de la actual dirección, actuando en consecuencia de forma manifiestamente antijurídica".

Por tanto, no solo desestima íntegramente la demanda interpuesta por el CGE, sino que le condena a pagar las costas y declara que el Consejo ha actuado con "temeridad y mala fe".

Esto ya nos lo han contado en el blog de ANE, tanto antes de la sentencia como después de ella; y también se han hecho eco en AEA-#6000 enfermeras. ¿Por qué abundo yo? En primer lugar porque me encanta hostigar a los hostigadores y darles su propia medicina.

Pero sobre todo porque es alentador que alguien neutral te diga "tienes razón" y ratifique la existencia de esos métodos de corte mafioso que un puñado  -¡solo un puñado, es increíble!-  de activistas por la democracia y la transparencia colegial, sin el más mínimo amparo de las administraciones públicas de uno y otro signo, que llevan décadas mirando hacia otro lado, ni siquiera del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno, más atento a los intereses de los lobbies que a los de los colegiados, venimos denunciando (a veces con serias consecuencias sobre nuestras personas; lo que ha pasado la gente de ANE con este tema les puede parecer anecdótico pero no lo es: estas cosas trastocan bastante tu vida en lo personal y en lo familiar, incluso en tus finanzas: los abogados tienen la mala idea de cobrar y aquí no hay cuotas cautivas).

Una lucha desigual a la que este tipo de resoluciones judiciales dan un poco de gasolina.

Es de suponer que el CGE presentará recurso ante la Audiencia Provincial; porque no hacerlo supondría reconocer plenamente los hechos. Pero sería muy difícil que, en condiciones normales, el recurso prosperara, tan burda ha sido la actuación de Il Professore Dottore como incompetente la de sus servicios jurídicos, con el Comandante Corpas al frente.

Pero,  pase lo que pase en segunda instancia, esta sentencia sienta un importante precedente: ya no son solo los perroflautas-izquierdosos enfermeros quienes denuncian estos comportamientos de corte mafioso, ya hay al menos un juez que lo ha percibido y lo refrenda en una Sentencia. Y créanme, de estos matices ya he aprendido un poco a estas alturas, es un precedente de oro. A partir de ahora ciertos tribunales se tentarán un poco más la ropa... y hasta aquí puedo comentar.

Enhorabuena (personal) y larga vida (política) a la Asociación Nueva Enfermería.