lunes, 16 de junio de 2014

En mi 'blog de guerrilla': a los pies de los burros

Acabo de publicar en mi 'alter blog' o 'blog de guerrilla' un libelo contra la mafia colegial enfermera, concretada en esta entrada, no solo -as usual- en el máximo culpable de toda esta porquería (il Dottore Máximo Antonio González Jurado), sino también en los presidentes de los colegios de Asturias y Zaragoza (más el ex de Murcia).


El cacique de Zaragoza se ha atrevido a abrir tres expedientes sancionadores a un colegiado, lo que podría acabar en su muerte civil (hasta seis años sin poder ejercer como enfermero en ningún lugar de España), simplemente por tratar de conocer dónde, cuándo, cómo y, sobre todo, cuánto se lo están llevando crudo. Porque, claro, aunque están obligados por ley a rendir cuentas, se pasan la ley por el arco del triunfo y gobiernan en la opacidad más absoluta, causando la indefensión de los colegiados que sufragan con sus cuotas colegiales los desmanes y trapicheos de estos golfos..

Y creo que no deberíamos tolerarlo: ni el golferío ni, mucho menos, que hagan daño al denunciante. No dejemos a Eduardo al pie de los burros. Y que me perdonen los nobles burros (los de cuatro patas, digo...)

Soy un tanto escéptico en cuanto a estas solicitudes de implicación activa de los miles de enfermeras que harían falta para expulsar a esta innoble caterva, pero lo siento: si me callo, literalmente reviento.

2 comentarios:

  1. ¿Dios mio, en manos de quien, estamos los Enfermeros?
    D.Juan, muchas gracias por su gran colaboración y trabajo para despejar y descubrir a los miserables que han llevado esta profesión; al desprestigio y la ruina total.
    Saludos
    Adolfo.

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  2. Gracias, Adolfo: como probablemente sepa, no soy enfermero, pero esta camarilla representa TODO lo que odio en la vida pública. Es una lucha contra los corruptos, por la decencia; contra la opacidad, por la transparencia; contra la manipulación y desprecio absolutista al colegiado, por el servicio democrático al colegiado. No me gusta, en esencia, casi nada la cultura y estructuras colegiales que hay en este país (en general), pero hay colegios en los que, hasta donde yo sé y por lo que me cuentan, se están haciendo las cosas de otra manera: con decencia y transparencia, entendiendo que quienes son elegidos por los profesionales están a su servicio, sobre todo cuando estos no tienen más remedio que estar colegiados. Por eso seguiré dando la lata mientras pueda (y espero que sea muuuuuuucho tiempo). Un cordial saludo.

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